BL Thermodynamics produce sistemas de refrigeración por absorción de amoniaco, llave en mano. Diseñamos nuestros productos adaptados a sus propios requisitos, como la capacidad y temperatura de enfriamiento requeridas, el calor disponible para reutilizar, el espacio disponible para su instalación, etc.

Historia


A finales del siglo XIX, la mayoría de los equipos de refrigeración estaban basados en el principio de absorción. Esta tecnología no necesitaba energía eléctrica, su propulsión era mediante calor, generalmente generado en una caldera de vapor o mediante un quemador.

Más tarde en los años 50, debido a los bajos precios de la energía eléctrica, aparecen en el mercado los compresores herméticos, relegando la tecnología de absorción a un segundo plano. Se sigue utilizando en unas pocas áreas, donde su alta fiabilidad y la capacidad de enfriar a temperaturas extremadamente bajas, resulta una ventaja frente a otras tecnologías. 

A finales del siglo pasado, después de la primera crisis energética, la tecnología de absorción vuelve a llamar la atención, por su posibilidad de utilizar calores residuales como fuente de propulsión, reduciendo así el consumo de energía primaria.

Hoy en día, los procesos termodinámicos de absorción, combinados con técnicas modernas de control, dan como resultado plantas de alta eficiencia. Es la forma de refrigeración más respetuosa con el medio ambiente y que ahorra energía mediante el uso del amoniaco, un refrigerante natural, y el  calor residual como propulsor.

Sistemas de refrigeración convencionales


Refrigeración significa extraer calor. Un sistema de refrigeración extrae el calor a bajas temperaturas y lo devuelve a mayor temperatura ambiente .  

Esto se realiza mediante un fluido llamado refrigerante. Este refrigerante se evapora a baja presión y temperatura y extrae el calor del producto que debe enfriarse. Posteriormente, este refrigerante evaporado debe licuarse nuevamente, lo cual se realiza aumentando la presión para poder condensarlo a temperatura ambiente.

El incremento de presión se realiza mediante un compresor que precisa energía mecánica para ser propulsado. Esta energía propulsora es normalmente electricidad pero podría también ser una energía mecánica proporcionada por un motor o una turbina.

Sistemas de refrigeración por absorción


En una planta de refrigeración por absorción el compresor mecánico se sustituye por un circuito de solución liquida.

Para ello hace falta un fluido adicional capaz de absorber el gas refrigerante que proviene del evaporador. Utilizando amoniaco como refrigerante, el mejor absorbente es el agua. Una solución acuosa se enriquecerá en amoniaco y se bombea al “desorbedor“ o caldera, donde el amoniaco es separado de la solución mediante el aporte de calor. Como en los sistemas de refrigeración convencionales, el vapor refrigerante a alta presión condensa en el condensador y retorna al evaporador.

De esta manera la energía térmica se puede utilizar para crear refrigeración.

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Ventajas


Utilizar los sistemas de refrigeración por absorción representa muchas ventajas:

  • Revalorización de los calores residuales
  • El bajo punto de ebullición del amoníaco permite producir frío a temperaturas hasta -60 °C o incluso más bajas.
  • El uso de procesos de absorción y desorción, en comparación con la compresión mecánica y sus fricciones inherentes, hace que los sistemas de absorción sean más fiables y mucho más silenciosos.
  • Si la red eléctrica local no es estable y se requiere una producción de frío constante y fiable, una buena solución puede ser la integración de un sistema de cogeneración con un sistema de absorción por amoníaco, 
  • El amoniaco es un refrigerante natural que no daña la capa de ozono ni acelera el efecto invernadero.
  • El olor fuerte y alarmante del amoníaco contribuye a una manipulación segura

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