La industria química, en algunos de sus procesos de producción, produce reacciones exotérmicas, por lo que a veces se requiere un enfriamiento intenso. El calor de las reacciones químicas se puede utilizar para producir el frío necesario para el proceso de producción. En las plantas petroquímicas, el reciclaje del calor de las reacciones exotérmicas representa un gran ahorro de energía.